El color del Quijote

Hay libros que se esconden en la estantería de cualquier hogar y quedan en el olvido sin ninguna intención de volver a ser leídos. Sus historias reposan en silencio y la ternura con la que fueron escritas se hace invisible.

El azar ha querido que retomara un ejemplar, concretamente el nº 38, de la colección Cuadernos de Mangana que mi buen amigo Alejandro Dolz me regaló hace ya bastante tiempo. Pertenece a una colección que con tanto esmero y dedicación supo editar durante el tiempo que dirigió el Centro de Profesores de Cuenca.

Además de ser un magnífico escritor y vivir constantemente entre palabras, una de sus grandes virtudes es el enfoque particular que hace de cualquier momento inesperado.

Aquí os dejo parte del prológo que él escribió donde nos explica magistralmente un trabajo de investigación sobre el color predominante en la novela de Cervantes:

EL COLOR DEL QUIJOTE

Hace ahora cinco años nacía una exposición que, con el título ¿Qué pintan los profesores?, reunía a un grupo de pintores, escultores y fotógrafos relacionados directamente con la docencia. Este año, esta exposición colectiva ha vuelto su mirada y su quehacer al universo mágico del Quijote. Y se ha acercado a él sin complejos, con un cierto atrevimiento, con un impulso creador posiblemente único, como veremos más adelante.

Mucho (y algunos creen que todo) se ha dicho sobre la obra inmortal de Cervantes. Podemos encontrar estudios sobre su lenguaje, los personajes, los lugares, las costumbres, sobre la dicotomía realidad-ficción, sobre su modernidad, sobre la gastronomía, el humor... Ha sido estudiado bajo su aspecto histórico, jurídico, médico... incluso algunos defienden que Cervantes es el precursor de la homeopatía. Sin duda, todas estas aportaciones no persiguen otra cosa que engrandecer y dar mayor valor a la obra.

{...] ¿ Qué sabemos sobre el color del Quijote, qué tonalidd golpea nuestras retinas, qué paleta utilizaremos para cada gesto, para el borde de los caminos, para el eco de las palabras, para esa locura dominante...? Queremos cerrar los ojos y tintar de colores nuestros sueños.

{...] ¿ y por qué el verde? Hemos querido ser fieles a la tradición académica y hemos encontrado un referente. En 1918 el dibujante, músico y escritor Apeles Mestres ingresa en la Real Academia de Buenas Letras de Barcelona. Y lo hace con un discurso titulado "El color del Quijote". Y, sorprendentemente, afirma que es el color verde el que aparece repetidamente a lo largo de toda la obra: "Al igual que después de mirar al sol, flota ante nuestros ojos una mancha luminosa, no puedo pensar en el Quijote sin que brille ante mis ojos esa obsesionante mancha verde"

Apeles, en su discurso de ingreso, desgrana el Quijote y extrae de la obra numerosos ejemplos donde el verde aparece: las medias del hidalgo serán verdes así como su celada que estaba atada con cintas verdes; en casa de los Duques, Don Quijote vestirá un montera de raso verde; aparecerá el caballero del Verde Gabán (Cap. XVI, segunda parte); en tierras de Aragón la duquesa vendrá "adornada con guarniciones verdes"; en Barcelona, Claudia la joven aristocrática vestida con traje masculino, lo hará de damasco verde (Cap. LX, segunda parte); en la Ínsula de Barataria otra doncella vestida de hombre recogerá sus cabellos con una redecilla de oro y seda verde (Cap. XLIX, segunda parte); el cura vestirá de doncella andante y el barbero de escudero para devolver a Don Quijote a su casa, los corpiños que usará serán de terciopelo verde (Cap. XXVII, primera parte); Dorotea, en el papel de doncella dolorida, irá ataviada con una mantellina de tela verde (Cap. XXIX, primera parte; en las bodas de Camacho, la novia vestirá de "garrida palaciega con ricos corales y la palmilla verde de Cuenca" (Cap. XXI, primera parte); al salir de la cueva de Montesinos, Don Quijote observa a un "venerable anciano que le ceñía a hombros y los pechos una beca de colegial de raso verde" (Cap. XXIII, segunda parte)

Pero también encontraremos carros tirados por "salvajes" vestidos de "hiedra y cáñamo teñido de verde", y D. Quijote se verá atrapado en redes de hilo verde teñidos desde los árboles (Cap. LVIII, segunda parte) y veremos florestas verdes y frondosas (Cap. I, primera parte) y después de la aventura del caballo Clavideño, un pergamino colgará de dos cordones verdes, y al Caballero de los Espejos "volábanle sobre la celada gran cantidad de plumas verdes..."

La lista que ejemplifica la utilización del verde es aún mayor, pero basten estos ejemplos para hacernos pensar {...]

Alejandro Dolz