FLORENCIA
Estela Palmí, 2022 Valencia
Florencia, 19 de mayo 2021
Tu inesperada ausencia es como torrente de agua que erosiona sin piedad mi existencia y deja profundos surcos de abatimiento y soledad.
Hoy nuestro destino, María, será Florencia, tu eterna ilusión, tu pasión más deseada de entre todas tus ciudades conocidas.
No viajo solo en este tren, noto el aliento de tu boca sobre mi cuello. El suave tacto de tu pañuelo rojo, me acompaña desde que me dejaste, roza mi piel y la acaricia casi hasta dolerme.
Te imagino, amor, recostada sobre mi hombro mientras recorremos este bello paisaje de la Toscana. Las suaves líneas de sus colinas entre viñedos y altivos cipreses crean una estampa maravillosa difícil de describir. María, puedes seguir adormecida si lo deseas.
El trayecto se ha hecho corto y, sin darnos cuenta, ya estamos paseando por la Piazza della Signoria. Caminar contigo del brazo hacia los Uffizi me produce un placer inmenso.
Siempre has querido, desde que nos conocimos, que contemplásemos en vivo las obras de Botticelli. Leeré los apuntes que anotaste en tu agenda, me servirán de guía. ¡Cómo disfrutabas estudiando los maestros renacentistas en la Escuela de Bellas Artes de Valencia!
Me debato entre el pasado reciente y un futuro incierto. Esta dualidad se evapora con el paso de los días. Debo aguantar la marea para no ahogarme entre tus recuerdos. De nada sirve viajar apenas acompañado de instantes que se evaporan lentamente.
¡Qué insensatez la mía intentar besarte cuando conducía! Este castigo me perseguirá eternamente.
Regreso mañana a casa. Dejaremos Roma, nuestra última parada, para otra ocasión más propicia. El aire escasea en mis pulmones y necesito descansar, meditar tu ausencia y volver de nuevo a caminar solo, sin ti.
Pero esta noche danzaremos juntos bajo la luna llena de la Toscana.
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